Tal vez sea una piedra

En una ocasión, un hombre poco conocedor, con poca experiencia iba caminando por un largo y sinuoso senderismo montañoso, en las montañas rocosas del atlas 
Este buen hombre era humilde, pero no había tenido educación, todo lo basaba en su intuición. Nadie le había enseñado nada. Siempre había aprendido de él mismo, observándose, probando con el mismo y observando como se comportaba el resto con el.
El hombre iba de ciudad en ciudad vendiendo los objetos que encontraba entre ciudades. 
Caminaba hacia un lugar y en el camino recogía cosas, plantas, piedras, madera, cualquier cosa que a su intuición le llamase la atención.
Después llegaba al poblado o ciudad y vendía todo, siempre había alguien que necesitaba lo que su pequeño puesto del humilde hombre necesitaba.
Un día, un mercader, al finalizar el turno en la ciudad de Alejandría le comentó. 
Como haces buen hombre para vender todo género adquirido durante el camino?
El hombre le contestó no es necesario tener más o menos cantidad ni el mejor género, la clave es tener lo que el otro necesita?
Y como sabes lo que el otro va a necesitar durante el viaje?
Si dejas de un lado la avaricia y entregas solo lo que el otro necesita, obtienes el favor de los dioses y ellos te guían a través de tu interior.
Crees que los dioses te ayudan?
Igual que a ti, mi señor, si no nome estarías preguntando esto.

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