La oscura noche en la ciudad de Tebas

 LA OSCURA NOCHE DE LA CIUDAD

CAPITULO 3 - COMO AFRONTAR EL MIEDO


Nos encontramos en la oscura noche de Tebas. No hay luz, silencio absoluto. Todo el mundo duerme y estamos solos en la calle. Hace frío, te sientes solx y nerviosx. Caminas en la oscuridad escuchando tus pasos, tu cerrazón a un ritmo ligeramente acelerado y, de vez en cuando la brisa del viento te manda un susurro a tus oídos. Puedes sentirlo, la voz del viento te susurra que estés tranquilx. 
Tu casa anda tres cuadras más allá de tu posición actual, la ruta mas rápida és atravesando un barrio aún más oscuro y tenebroso, pero sabes que si sigues el camino más largo, te encontrarás con una fiera, un gran león aterrador. 
Te paras en la fuente que hay mas adelante, justo cuando se bifurcan los caminos, y una fuerte ráfaga de viento te manda otro mensaje, esta vez más claro que te dice, enfréntate a tus miedos. Es curioso cuanto menos, ya que tus mayores miedos son, la soledad, las bestias feroces y la oscuridad.
También están los insectos venenosos pero eso es lo de menos en la situación en la que te encuentras.
De algún modo la vida y el destino te había llevado hasta ahí. Saliste tarde del trabajo por terminar una faena a tiempo que debías terminar a tiempo, no miraste la hora y se te hizo de noche, hasta ahora siempre  lo evitabas, evitabas salir tarde para encontrar gente por la calle, evitabas salir tarde para que no se hiciera de noche y toda la ciudad quedase a oscuras y evitabas el camino de la fiera.
Debido a las circunstancias debías elegir un camino. Solo ya estabas, así que una cosa superada, oscuridad estaba presente y eso era lo que te mantenía el corazón acelerado, lo curioso es que sin darte cuenta, al estar allí parado en medio de la noche pensando por donde ir y como sufrir menos miedo, el ritmo cardíaco había descendido. Y por último , aún quedaba la ecuación de la fiera. 
Decidiste evitarlo y coger el camino más oscuro, armado de valor y acostumbrado un poco a la oscuridad, avanzabas por los callejones oscuros de aquella ciudad durmiente.
Una brisa , de nuevo llegó a tus oídos con un susurro, diciendo, error.
Al principio te quedaste perplejo, no sabías por que en tu interior sentías qué habías elegido mal el camino, pero mas adelante, al tomar una esquina, allí estaba. Una tremenda y gigante araña te esperaba en el pasillo. 
Quedaste inmóvil, paralizado, no sabías que hacer. La araña te miraba fijamente desde unos metros mas adelante. No podías huir. No podías retroceder, un movimiento brusco y en falso la asustaría y te devoraría cual niño devora un dulce. 
Te quedaste plantado, el pensamiento y el cerrazón escrutaban toda posibilidad para salir huyendo, en cambio desde tu mas profundo ser interior un mensaje te llegó, cálmate y háblale.










Tras un par de profundas respiraciones, me armé de valor y le dije "B-b-b-b-b-buenas no-noches"
La araña, sorprendida te mira fijamente, pero está vez sin  ojos amenazantes. "Hola señor, que tal está?"
para tu sorpresa, la gigantesca araña te contestó con voz amable y dulce. Fuiste sincero , pues los animales detectan la mentira y el miedo.
"La verdad, estoy asustadísimo, es de noche , estoy solo y tengo enfrente una bestia, son todos mis miedos unidos en una sola situación, no sé como huir de esto". 
La araña se quedó contemplativa , titubeó, y al cabo de un intenso y, lo que a tí me pareció un eterno silencio, habló de nuevo.
"Quizás no sea esa la solución." contestó. "Que me quieres decir con eso?" dijiste un tono casi ofendido por aquellas palabras de la araña. 
"Bien, pues, has probado a enfrentarte a ellos de forma consciente? en esta ocasion, tu situacion y tu camino te ha puesto en esta situación , para evitar que sigas huyendo te tus propias sombras, y te ha hecho, forzándote , a que las enfrentes y aprendas de ellas, pues si te das cuenta, la soledad y la oscuridad ya la habías superado con el simple hecho de llegar hasta aquí, y las posibilidades de que la fiera insecto a la que tanto temes te atacase sin escapatoria, te ha hecho actuar de otra forma a la que estabas acostumbrado."
Ahora fuiste tu el que se quedó en un eterno silencio, pensando... El bicho tiene razón, la vida me ha hecho enfrentarme a lo que tanto temía para observarlo de frente y ver que los miedos son simples suposiciones que nos hacemos a situaciones hipotéticas calculando resultados mentales catastróficos debido a una programación social, en la que,  a través de las historias que nos cuentan o experiencias pasadas nos hacen rechazar todo tipo de situaciones para evitar sufrir las consecuencias. Pero en realidad no pasa nada, el miedo es inofensivo, sí la primera vez lo pasas mal, el cuerpo se engarrota las piernas huyen incluso puedes llegar a chillar, llorar, sentir que vas a morir, pero son solamente unos segundos o minutos, y, cuando entrenamos esto, cada vez sentiremos menos miedo y podremos, desde la calma , enfrentarnos a cualquier situación, decidiendo rápidamente como podemos solucionarla sin necesidad de salir corriendo. 
"Exacto" dijo la araña. O había dicho todo esto en voz alta, o la araña leía el pensamiento.
En ese momento, la araña se apartó. En el horizonte, mi casa, y, un poco más a la izquierda , el sol asomaba tras las casas vecinas. Sin darme cuenta de todo lo que ocurría a mi alrededor, la luz era cada vez mayor, la ciudad empezó a despertar y la araña, se fue hacía su nido. "Natae!!!!!(Gracias)" grité.
"No me las des a mí, dátelas a ti mismo", escuché este mensaje a través del viento.
Y todo, volvió a la normalidad, el ruido de la gente por las calles, el sol iluminando la ciudad y un hombre paseando a su león gigante el cual resultó ser muy cariñoso conmigo cuando nos cruzamos.
Cruzó la pierna derecha por encima de la izquierda, haciendo una pequeña reverencia y siguieron su camino.
Aquello significaba que había superado mis miedos? Lo descubriré la próxima vez que me enfrente a ellos.



Inciso: Si os fijáis bien, hay veces que hablo de TI, otras de YO y otras de NOSOTROS. Esto no es un fallo, pues está escrito a propósito para que se entienda que todo el mundo, todos nosotros, todo ser vivo siente o ha sentido miedo alguna vez. En nuestras manos está el enfrentarlos y superarlos, al fin y al cabo el miedo llega, te atraviesa y se va, deja que te atraviese muchas veces y dejará de hacerlo.


Tebe 4.19.23 Sirio A

Natae, Gracias







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