Meditación amorosa Buda
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Bondad amorosa
"La esencia de la bondad amorosa es desear alegría a los demás.
Como una madre amorosa para su hijo,
Sirve a los demás ofreciéndoles todo, tu cuerpo, riqueza y méritos, Y soporta todos los daños causados por ellos."
-Rigdzin Jigme Lingpa
"Buda dijo: "La mente es lo principal y es el líder". El cuerpo no es nuestra identidad. La mente es nuestra identidad. Es lo que somos. Así que, desde la perspectiva de Buda, trabajar con la mente es la base de la salud y la curación. Si nuestra mente es amorosa y pacífica, espontáneamente nos haremos más fuertes y sabios, aunque nuestro cuerpo tenga dificultades. La forma de conseguirlo es mediante la práctica del amor amable.
Según la medicina tibetana, una mente tranquila y alegre ayudará a equilibrar los cuatro elementos -tierra, agua, fuego y aire- que son los bloques de construcción de nuestro cuerpo, y hará que la circulación de nuestro sistema energético funcione con normalidad. Y al final de nuestra vida, cuando nuestra mente abandone el cuerpo y comience a emigrar, las experiencias saludables que hemos generado a través de la práctica del amor amable nos asegurarán un renacimiento pacífico y alegre. Así pues, si deseamos sinceramente cuidar de nosotros mismos y servir a este planeta de forma significativa -para sanarnos a nosotros mismos y a los demás-, es la verdadera bondad amorosa la que debemos generar firmemente en nuestro propio corazón y mente.
La bondad amorosa (maitri en sánscrito, metta en pali) no es simplemente una cualidad que tenemos. Es una importante meditación budista que podemos aprender a practicar con regularidad, y la forma más poderosa de generar salud. La bondad amorosa, junto con la compasión, la alegría comprensiva y la ecuanimidad, es una de las cuatro actitudes inconmensurables que curan los males temporales de nuestra vida y despiertan las cualidades iluminadas que todos hemos heredado.
Como primera de las cuatro actitudes inconmensurables, el amor amable es la base de las demás. Se basa en tener el siguiente deseo: "Que todos los seres que no tienen alegría tengan siempre alegría y las causas de la alegría". Qué feliz me haría que todos tuvieran alegría. Trabajaré para que todos tengan alegría. Rezo al Buda de la bondad amorosa para que surja la alegría en la vida de todos los seres".
La segunda de las actitudes inconmensurables es la compasión, que implica formular este deseo: "Que todos los seres que sufren se liberen de los sufrimientos y de las causas de los sufrimientos."
La tercera, la alegría compasiva, adopta la forma del deseo: "Que todos los que están disfrutando de felicidad nunca se separen de la felicidad."
Hay diferentes formas de meditar en el amor amable. Basándome en muchas enseñanzas budistas, te enseñaré una meditación en la que la bondad amorosa se genera principalmente pensando y sintiendo el amor incondicional del Buda de la Bondad Amorosa y la Compasión (Avalokiteshvara). Lo hacemos a través del poder de nuestra devoción -la energía que abre nuestro corazón con alegría y confianza- al Buda.
Utilizamos cuatro herramientas para construir esta meditación:
1. Ver imágenes positivas de Avalokiteshvara, el Buda de la bondad amorosa, y sus bendiciones;
2. pensar en ellos con palabras y oraciones positivas;
3. Sentir la energía del amor bondadoso;
4. confiar sin dudar en el poder de la devoción, la bondad amorosa y las bendiciones de Buda.
En la vida ordinaria, debido a nuestros hábitos habituales, dejamos que nuestras propias percepciones de los objetos y situaciones externas controlen nuestra vida. Por ejemplo, cuando percibimos que una persona se nos acerca como un asesino, nos asustamos. Al instante, todo se convierte en un mundo de terror. Pero en cuanto lo reconocemos como uno de nuestros mejores y más amables amigos, toda la situación se vuelve pacífica y alegre.
Del mismo modo, en cuanto veamos y sintamos la imagen de Buda como una presencia de sabiduría omnisciente y amor incondicional, nuestra mente cambiará de un estado negativo o neutro a otro lleno de pensamientos y sentimientos positivos. En la medida en que apreciemos y disfrutemos del amor incondicional de Buda, en esa misma medida nuestro corazón se transformará y florecerá en un corazón con amor incondicional. Por eso, en las meditaciones budistas visualizamos al Buda con cualidades iluminadas, le rezamos y recibimos bendiciones para despertar nuestras propias cualidades puras interiores, como la bondad amorosa.
Meditación de apertura
Es importante comenzar la meditación con una intención iluminada (bodhichitta). Piensa: "Voy a meditar para desarrollar la bondad amorosa en los corazones de todos los seres".
Meditación principal
En medio de un cielo puro e ilimitado, visualiza al hermoso Buda de la bondad amorosa sentado sobre un gigantesco cojín de flores en flor y luna brillante. Su cuerpo juvenil, de tez blanca, es un cuerpo de luz radiante -clara, luminosa e intangible- como si brillara la luz de miles de lunas.
Su mente es omnisciente y conoce todo simultáneamente. Su corazón de bondad amorosa cuida incesantemente de todos los seres como si fueran sus únicos hijos. Su poder ilimitado satisface las necesidades de todos aquellos cuyos corazones están abiertos a tal oportunidad.
El Buda de la bondad amorosa es la encarnación de todos los iluminados: budas, santos y sabios. Es la manifestación de la verdadera naturaleza y las cualidades puras de todo el universo. Es el reflejo de la naturaleza búdica y de la verdadera bondad amorosa de tu propia mente, como si vieras tu propio reflejo en un espejo.
Cuando ves y sientes la presencia y las cualidades de Buda, tu mente se transforma al instante. Todos los muros de vacilaciones y limitaciones que te impiden cualquier progreso espiritual se derriten. Cesan todos los pensamientos y emociones negativos que causan los diversos tipos de sufrimiento. El ciclo de opiniones y sentimientos positivos -la causa de la paz y la alegría eternas- se pone en marcha.
Primera oración: Reza a Buda con devoción -la energía de la alegría y la confianza totales- desde la profundidad de tu mente. Canta la oración-mantra con dulces melodías, escucha y siente todos los sonidos del mundo, y los sonidos procedentes de las ondas de energía respiratoria de cada partícula de tu cuerpo, como el sonido de la alegría y la celebración. Tu corazón y cada partícula de tu cuerpo están floreciendo ilimitadamente con la energía de la devoción a Buda, como flores que florecen al calor de la luz del sol. Canta repetidamente
Om ma-ni pad-me hung [hoong],
Oh Buda de la joya [que simboliza la bondad amorosa] y el loto [que simboliza la sabiduría omnisciente], por favor, préstame atención.
Entonces ve y siente que la sabiduría omnisciente, el amor incondicional y el poder ilimitado de Buda emanan de su cuerpo en forma de infinitos rayos de luz como el arco iris. Todas tus aflicciones mentales y emocionales y tus enfermedades físicas -visualizadas en forma de oscuridad o suciedad en tu cuerpo- son disipadas por el brillo de la luz, lavadas por el torrente de néctar de luz, limpiadas con el viento y el pincel de la luz, o quemadas con el fuego de la luz.
En este momento, cada partícula de tu cuerpo está llena de la luz brillante de la sabiduría omnisciente, el amor incondicional y el poder ilimitado de Buda. Siente intimidad y dicha mientras la luz del amor incondicional de Buda acaricia cada partícula de tu cuerpo. Mientras tu cuerpo disfruta de las bendiciones, tu mente se purifica, sana y transforma, ya que en realidad es tu mente la que inicia y disfruta de todas las transformaciones.
Luego medita en un ser querido, como tu amada madre, visualizándola delante de ti con claridad y pensando: "Madre, me diste la vida, criaste a un bebé hasta convertirlo en persona. Te sacrificaste por mí y siempre me guardaste en tu cálido y amoroso corazón.
A veces cometiste errores, pues tú también has sido víctima de emociones duras; lo comprendo perfectamente. Me querías como si fuera lo más valioso del mundo, lo recuerdo perfectamente. Siempre me preocupé por tu felicidad, y hoy soy tan afortunada de tener un gran regalo -las bendiciones de Buda y el amor puro de mi propio corazón- para compartir contigo. Qué feliz soy!". Luego, con gran amor, mientras cantas el mantra, medita, reza, purifícala, cúrala y transfórmala con las luces de bendición de Buda, como hiciste antes para ti.
A continuación, comparte las mismas meditaciones con una persona neutral, luego con alguien con quien estés en oposición y, finalmente, con todos los seres reconociéndolos como tus madres amorosas en tus infinitas vidas pasadas.
El objetivo de la bondad amorosa es servir a todos, pero es importante empezar la meditación con uno mismo y luego con un ser querido. De ese modo, experimentarás la bondad amorosa de forma directa, vívida y profunda, sin divagar en ideas superficiales o generales ni en sentimientos vagos o superficiales.
Segunda oración: En este momento se está produciendo en ti una gran transformación. Todos los pensamientos y sentimientos de tu mente y de tu cuerpo se están transformando en pensamientos y sentimientos de bondad amorosa. El Buda de la bondad amorosa no sólo está delante de ti, sino también en tu mente y en tu cuerpo. Reconócelo. Entonces, digas lo que digas o hagas lo que hagas, todo serán palabras y expresiones de bondad amorosa, la verdadera fuente de alegría para ti y para muchos otros. Sintiendo que toda tu mente y cada partícula de tu cuerpo están floreciendo plenamente con los sonidos de las ondas de energía de la bondad amorosa, canta:
Om ma-ni pad-me hung,
Oh Buda con joya y loto,
¡la Quíntuple Sabiduría está en mí!
Tercera oración: Tan pronto como esta bondad amorosa se despierte en ti, y mientras permanezcas en ella, todo lo que veas, oigas y sientas serán imágenes, sonidos y sentimientos de bondad amorosa. Date cuenta de esto. Viendo, oyendo y sintiendo a cada ser y al universo entero como la tierra pura del Buda y de la bondad amorosa, canta:
Om ma-ni pad-me hung,
Oh Buda con joya y loto,
¡la Quíntuple Sabiduría está en todo!
Meditación final
Contempla descansando en la conciencia de la paz última -el verdadero amor bondadoso, el resultado de la meditación- sin aferrarte a él ni pensar en él.
Meditación final
Concluye la meditación ofreciendo todo el mérito creado por la meditación a todos los seres, que son considerados como tu madre. Este mérito es la causa de la realización del amor amable absoluto. Haz aspiraciones para que todos se beneficien del amor bondadoso."
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~ de La bondad amorosa es la mejor medicina, Shambhala Sun marzo 2009
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